GARANTIA.- La garantía de que una obra pública se ejecute de acuerdo a las exigencias del expediente técnico, así como también de la normativa vigente, es contar con un buen plantel técnico tanto en la empresa constructora como el de la supervisión. Es por ello, que en los procesos de selección para la ejecución de obras de regular envergadura, una de las exigencias en la parte técnica, es que los postores deben acreditar dentro de su plantel técnico profesionales de basta experiencia, consecuentemente los ganadores acumulan el máximo puntaje en la calificación de la propuesta técnica, en tanto acreditan como residente a expertos de la construcción. Sin embargo, en la practica casi siempre están la frente de la obra ingenieros residentes que no reúnen los requisitos exigidos en las bases administrativas del respectivo proceso de selección.
VIRGEN DE COPACABANA.- Prueba de lo que señalamos, es lo que viene ocurriendo en la obra del mejoramiento del Jr. Unión, entre el Jr. Guillermo Sisley y la Av. Arborización”, a cargo del Consorcio Virgen de Copacabana, conformado por las siguientes empresas: Venturini Asociados SAC, Tecnología & Desarrollo Contratistas Generales SAC, DRS Ingenieros Contratistas EIRL y Pablo Paccha Huamani, que , si bien es cierto, la obra comenzó con un residente con las condiciones requeridas, pero a los pocos días tuvo que renunciar por cuestiones económicas, haciéndose cargo de la obra el ingeniero Héctor Cangalaya Vilca, que inicialmente estuvo como asistente del residente, en tanto no cumplía los requisitos para hacerse cargo de la obra. El presupuesto asignado por el gobierno regional para la ejecución de la mencionada obra sobrepasa los 17 millones de nuevos soles.
CHUNG & TONG.- Otro profesional que no estaría acorde a las exigencias del contrato sería el ingeniero jefe de supervisión Jhony Rodríguez Astocaza, asignado por el consorcio Supervisor Ucayali, conformado por las empresas: Chung & Tong Ingenieros SAC y Acruta & Tapia Ingenieros SAC, cuyo monto que van a percibir por la supervisión de la obra, asciende a la suma de S/. 853,238.33 nuevos soles. Lo que sucede, es que ambos consorcios se resisten a pagar al residente y al jefe de supervisión lo estipulado en el presupuesto de la obra. Así tenemos que el jefe de la supervisión debe ganar 9 mil soles mensuales y el residente una cantidad similar. Es por ello que contratan a profesionales que no reúnen los requisitos exigidos en la parte contractual. Ante esta situación, lo primero que debería hacer el gobierno regional es exigir a la supervisión el plantel técnico correspondiente, para que este a su vez exija al consorcio Virgen de Copacabana, cumpla con lo prescrito en el contrato, caso contrario recomiende primero la intervención económica de la obra y si continua renuente a las exigencias se le resuelva el contrato