martes, 22 de febrero de 2011

IRREGULARIDADES EN EL PVL DE CORONEL PORTILLO

A escasos días de cumplir dos meses la gestión del burgomaestre David Yamashiro Shimabukuru, se evidencia la improvisación de su nuevo mandato, no obstante que es la segunda oportunidad que le dio la población de estar al frente de la municipalidad provincial de Coronel Portillo. Al respecto, ya comienzan aflorar las molestias de los usuarios, proveedores, contratistas y de los propios trabajadores de la comuna local.

Otro aspecto que preocupa es la información que recientemente dio Yamashiro a un diario local, sobre la adquisición de los insumos para el Programa del Vaso de Leche (PVL). Cuando señala que la Licitación para el PVL se anuló por una serie de observaciones, y además porque la licencia de la empresa había terminado, así mismo remarcó: “nosotros somos transparentes y la empresa que no cumpla con los requisitos debe ser anulada”.

Ante tal información vertida por el propio alcalde, le recordamos que el pleno de regidores en la primera sesión de concejales (segunda semana de enero), aprobó declarar el desabastecimiento inminente del Programa del vaso de Leche de la comuna portillana, en tal sentido, según precisa la norma que rige las contrataciones y adquisiciones del Estado, se exonero del respectivo proceso de selección en este caso de una Licitación Pública, lo que significa que no hubo licitación alguna y no se entiende, porque el burgomaestre habla de licitación, cuando lo correcto es decir un proceso de selección exonerado.

Pero no solo eso, cuando el burgomaestre precisa que la licitación se anuló, no queda nada claro, en tanto en el Sistema Electrónico de Adquisiciones y Contrataciones del Estado (SEACE), no se encuentra la Resolución de Alcaldía donde se declara nulo de oficio el proceso de adquisición. Con relación a la documentación de la empresa Luz Florencia, el alcalde hace entrever que su licencia esta vencida, cuando es una Resolución de la DIGESA la que está vencida.
¿De que transparencia habla Yamashiro?, toda vez que el órgano encargado de llevar adelante el citado proceso recayó en la sub gerencia de abastecimiento a cargo de Luis Enrique Ruiz Jeri, tal como precisa la normativa, tuvo que invitar a una empresa que reunía los requisitos y no percatarse de la irregularidad, justo cuando se iba a firmar el contrato respectivo.