En las elecciones pasadas donde se eligió al presidente regional y a los alcaldes de las diferentes municipalidades de nuestra región, la mayoría de candidatos como siempre ofrecieron el oro y el moro a la ciudadanía, nota aparte pusieron los que tentaban la reelección, esforzándose en demostrar que en sus respectivas gestiones todo los actos eran transparente, premisa que la ciudadanía hasta hoy no la digiere, más aun, si se evidencia que algunas autoridades que fueron reelegidas, en su nuevo mandato ya empiezan a demostrar que por intermedio de sus funcionarios, pretenden sacarle la vuelta a la Ley, con la única finalidad de buscar el beneficio personal.
Recientemente el burgomaestre de la comuna portillana, David Yamashiro Shimabukuro se vio en la obligación de retirar la confianza a uno de sus funcionarios al comprobar la trasgresión a la norma que rige las adquisiciones del Estado en la compra de los insumos para el Programa del Vaso de Leche (PVL), por un monto que supera los 500 mil nuevos soles. Ante tal situación, nos preguntamos ¿Dónde están los asesores de Yamashiro?, precisamente, son ellos los que tienen que actuar como una especie de filtros, para evitar que mas adelante el alcalde tenga problemas con los organos de control.
Cosa aparte es lo que se vislumbra en la municipalidad del vecino distrito de Mantay, cuyo titular es el Ing. Guillermo Chino Morí. Sucede que la gestión del citado burgomaestre, por intermedio de un Comité Especial integrado por tres funcionarios de confianza, convocaron dos Adjudicaciones Directas Selectivas (ADS), para la construcción de dos alcantarillas cuyo valor referencial de cada una no pasa los 300 mil nuevos soles. En dicha convocatoria se advierte la trasgresión a la norma en tanto las bases administrativas tiene un costo de 250 nuevos soles, en tanto solo debe costar el costo de la reproducción del documento, por otro lado el calendario del proceso no cumple con los plazos establecidos en la normativa.