AUSENCIA DE POSTORES.- Uno de las razones por lo que, las empresas constructoras que adquirieron las bases administrativas de la Licitación Pública Nº 16 del gobierno regional de Ucayali, para la ejecución de la obra:”Mejoramiento de la capacidad operativa y resolutiva del Centro de Salud de la Aguaytia “, no se presentaran al acto de la presentación, evaluación, calificación de propuestas y otorgamiento de la Buena Pro, habría sido el presupuesto asignado para la mencionada obra que bordea los 9 millones y medio de nuevos soles, no están acorde con la realidad. Según conocedores del tema, el presupuesto real pasaría los 13 millones de nuevos soles.
DESIERTA.- Ayer el Comité Especial del gobierno regional, presidido por el Arq. Ricardo Mejia Sifuentes, ante la ausencia de los tres participantes que adquirieron las bases administrativas del citado proceso de selección, de acuerdo a la normativa que rige estos procesos, declaro desierta la licitación pública para el mejoramiento del Centro de Salud de Aguaytia. Dio fe del acto, el Notario Público Fernando Rubén Inga Cáceres, además contó pon la presencia del CPCC Marcelo Moreno Flores, como veedor del Órgano de Control Institucional (OCI). Ante tal situación, en los próximos días, la Entidad deberá estar haciendo una nueva convocatoria del citado proceso de selección.
CREDIBILIDAD.- “La credibilidad, tan valiosa y definitiva como prueba de la calidad profesional de un periodista, es al mismo tiempo un bien frágil que se debilita con cualquier apariencia negativa o dudosa. Es decir, no basta ser creíble, hay que parecerlo”, es lo primero que responde, Javier Darío Restrepo reconocido periodista colombiano, ante la siguiente interrogante: ¿Cuando el periodista participa en política, pierde la credibilidad? Lo que explica el grave riesgo que corre la credibilidad del periodista cuando su trabajo esta orientado a una agrupación política partidaria. Sobre el particular en nuestro medio, ante el inicio de la campaña electoral con miras a las próximas elecciones, ya se puede distinguir que algunos periodistas y comunicadores sociales demuestran su inclinación por un determinado candidato. Sin embargo, no podrán escapar a la percepción pública, de que para ellos están primero los políticos que los contratan y en segundo plano sus oyentes, lectores o televidentes.