jueves, 9 de mayo de 2013

¿QUIEN SUPERVISA AL SUPERVISOR?


Es casi común, que las obras públicas en nuestro medio no concluyen en el plazo previsto en el contrato, en su mayoría son culminadas fuera del plazo conocido en el expediente técnico, por tal situación  constantemente nos preguntamos ¿quien supervisa al supervisor?

En toda obra que se ejecuta con dinero del Estado, según la normativa que rige las contrataciones del Estado, la Entidad está en la obligación de contratar un supervisor externo cuando la inversión es mayor y en las obras menores asignar un inspector. En ambos casos son los responsables entre otros aspectos de:

-Verificar y validar el proyecto de la obra, aportando si fuera el caso, las modificaciones que considere oportunas, en acuerdo con el propietario de la obra que es el Estado.
-Verificar el cronograma de ejecución de la obra presentado por la empresa constructora.
-Controlar que la empresa constructora ejecute los trabajos en estricto cumplimiento de los diseños y especificaciones técnicas.
-Aprobar progresivamente el inicio los trabajos a ser desarrollados, controlando en todo momento la calidad de las mismas, y una vez concluidos, certificar, la calidad y las cantidades ejecutadas autorizando el pago de las mismas.
-Verificar el cumplimiento de la normativa vigente en el tema de seguridad para los trabajadores de las obras.
-Verificar el cumplimiento de la normativa laboral vigente.
-Verificar el cumplimiento de la normativa ambiental.
Por otro lado, el supervisor no sólo debe ser alguien experimentado en el área que supervisa, sino que debe tener la autoridad suficiente para dirigir al resto de las personas. Por eso, entre las principales características de un supervisor se encuentran el conocimiento del trabajo y de sus responsabilidades  y la habilidad para instruir  y dirigir.
En consecuencia, son las propias entidades del Estado por intermedio del área de infraestructura  los llamados a estar atentos al desenvolvimiento de la supervisión y de esa manera evitar los retrasos en la ejecución de las obras por diferentes motivos, tal como viene ocurriendo en nuestro medio, que lejos de exigir la buena supervisión se hacen de la vista gorda.