Es casi
común, que las obras públicas en nuestro medio no concluyen en el plazo
previsto en el contrato, en su mayoría son culminadas fuera del plazo conocido
en el expediente técnico, por tal situación constantemente nos preguntamos ¿quien
supervisa al supervisor?
En toda
obra que se ejecuta con dinero del Estado, según la normativa que rige las
contrataciones del Estado, la Entidad está en la obligación de contratar un
supervisor externo cuando la inversión es mayor y en las obras menores asignar
un inspector. En ambos casos son los responsables entre otros aspectos de:
-Verificar
y validar el proyecto de la obra, aportando si fuera el caso, las
modificaciones que considere oportunas, en acuerdo con el propietario de la
obra que es el Estado.
-Verificar
el cronograma de ejecución de la obra presentado por la empresa constructora.
-Controlar
que la empresa constructora ejecute los trabajos en estricto cumplimiento de
los diseños y especificaciones técnicas.
-Aprobar
progresivamente el inicio los trabajos a ser desarrollados, controlando en todo
momento la calidad de las mismas, y una vez concluidos, certificar, la calidad
y las cantidades ejecutadas autorizando el pago de las mismas.
-Verificar
el cumplimiento de la normativa vigente en el tema de seguridad para los
trabajadores de las obras.
-Verificar
el cumplimiento de la normativa laboral vigente.
-Verificar
el cumplimiento de la normativa ambiental.
Por otro
lado, el supervisor no sólo debe ser alguien experimentado en el área que
supervisa, sino que debe tener la autoridad suficiente para dirigir al
resto de las personas. Por eso, entre las principales características de un
supervisor se encuentran el conocimiento del trabajo y de sus responsabilidades
y la habilidad para instruir y dirigir.
En
consecuencia, son las propias entidades del Estado por intermedio del área de
infraestructura los llamados a estar
atentos al desenvolvimiento de la supervisión y de esa manera evitar los
retrasos en la ejecución de las obras por diferentes motivos, tal como viene
ocurriendo en nuestro medio, que lejos de exigir la buena supervisión se hacen
de la vista gorda.